Latam
12 /03 / 2017

Crea una prótesis para su hijo de dos años conectando una consola de juegos a una impresora 3D

Ben Ryan es un padre británico que de forma autodidacta ha creado mediante una impresora 3D una prótesis de brazo para su hijo Sol, que ahora tiene 2 años de edad y al que los médicos le habían amputado el miembro superior izquierdo poco tiempo después de su nacimiento.

Tras la amputación del brazo de su hijo recién nacido, Ben Ryan comenzó a desesperarse buscando una solución. Los médicos le habían dicho que debería esperar a que su bebé tuviera un año para que pudiera usar una prótesis de plástico de características meramente estéticas y tres años para incorporar una eléctrica y sumarle movimiento.

Sin embargo, la preocupación de Ben Ryan era que, con el pasar de los años, Sol fuera perdiendo paulatinamente la sensibilidad y la aceptación biológica de su brazo. Después de investigar acerca de estos casos en infantes, Ryan concluyó que las estadísticas de rechazo a una prótesis son mucho mayores cuando los niños son mayores a dos años. En ese momento, el padre se dijo a sí mismo: “Deja de pensar en lo que Sol no puede hacer ¿Qué podemos hacer nosotros?”, declaró a la BBC. Lo primero que hizo Ryan fue pegar con cinta adhesiva pedazos de esponja. Según cuenta, al poco tiempo el niño estaba utilizando su brazo improvisado para revolver sus juguetes.

Entonces Ben decidió dejar de esperar y resolver el asunto por sus propios medios: renunció a su trabajo, y comenzó la tarea de construcción de un brazo biónico en su propio hogar. Así, estudió conceptos básicos sobre diseño y se le ocurrió conectar el scanner de su Xbox Kinect (una consola de juegos que utiliza sensores de movimiento) a su laptop y una impresora 3D para fabricar la prótesis que cambiaría la vida de su hijo para siempre. Con un mecanismo hidráulico que usa el hueso del codo como motor, Sol puede mover el pulgar de la mano en la que culmina la prótesis y tomar objetos.

Ben diseñó y creo su prótesis de brazo hidráulica impresa en 3D con la impresora 3D Connex de Stratasys. Ben empezó a practicar con prototipos del diseño e imprimió en 3D actuadores flexibles y una unidad de distribución de energía (fuelle helicoidal de doble acción o DAHB) para la prótesis. Según Ben, la unidad DAHB permite al usuario de la prótesis abrir y cerrar el pulgar en modo manual o con potencia asistida (aire comprimido o una bomba hidráulica y un depósito), pero la prestación de agarre sigue funcionando manualmente aunque se interrumpa el suministro de energía.

“El éxito de mi mecanismo DAHB patentado se basa en las prestaciones avanzadas de la impresora Stratasys Connex: la posibilidad de combinar materiales rígidos y blandos en una sola tirada de impresión fue esencial para sacar adelante el diseño”, explica Ben. “Tuvimos la suerte de poder acceder a esta tecnología, que nos permitió imprimir en 3D un prototipo del brazo de forma rápida y económica".

Para desarrollar el diseño de la prótesis, Ben utilizó el software Autodesk Fusion 360.

“Se trata de un proyecto ambicioso e innovador, y ha sido muy estimulante trabajar con Ben", comenta Paul Sohi, experto en diseño de productos de Autodesk. “Es asombroso que aunque Ben no tiene formación ni experiencia en el diseño de productos haya aprendido lo suficiente como para crear un dispositivo que, además de ayudar a su hijo Sol, puede ayudar a otros niños que se enfrenten al mismo reto”.

La técnica se basa en la utilización de líquido para operar un mecanismo de agarre (hidráulico) y se inspira en cómo las arañas  mueven sus patas usando la presión del fluido.

Ahora, Ryan se encuentra contento porque su hijo se ha ido adaptando a una edad temprana a las prótesis con movimiento. Mientras que la fabricación de una prótesis común hecha a partir de un molde de yeso hubiera tomado alrededor de 11 semanas, el invento de Ryan tardó apenas cinco días.

El padre patentó la prótesis de Sol y ahora la ha convertido en un proyecto llamado Ambionics, cuyo lema es “mejorando el futuro”. Con el primer resultado de la prótesis de su hijo, ahora Ryan intenta conseguir financiación  para llevar a cabo un plan a largo plazo.


En la página web de su proyecto, Ben Ryan expone lo siguiente:

"Sólo en los EE.UU., alrededor de 1000 niños nacen cada año que podrían beneficiarse de la tecnología única de Ambionics. Ese número no incluye el número de niños que sufren amputaciones por lesiones y enfermedades como la meningitis y el cáncer.

Ambionics está aquí para cambiar el mercado de las prótesis y aportar soluciones protésicas asequibles para aquellos que lo necesitan en la primera oportunidad".

El Sistema nacional de salud (del Reino Unido) necesita 11 semanas para convertir el modelo de escayola del brazo en una prótesis ponible, pero Ben Ryan fue capaz de producir la prótesis en solo cinco días. Como el escaneado se puede guardar en un archivo, las prótesis de sustitución pueden producirse fácilmente mediante la impresión 3D.

“Básicamente, toda la prótesis se imprime en 3D", añade Ben. “La producción y el uso de las unidades DAHB es posible gracias a los materiales de impresión 3D similares a la goma y con soporte soluble de Stratasys. Las cavidades internas son complejas y hubiera sido imposible eliminar el material de soporte con medios mecánicos. Los materiales deben ser resistentes, pero también flexibles ya que se utilizan para transmitir la presión del fluido necesaria para que funcione el agarre”.

Ambionics, que ha patentado la tecnología DAHB en la que se basa la prótesis, tiene previsto ofrecer sus servicios a los proveedores de asistencia sanitaria de todo el mundo. La empresa, que continúa realizando estudios y pruebas sobre el desarrollo de los niños con prótesis, va a lanzar una campaña de financiación colectiva (crowdfunding)  para poder realizar las pruebas de usabilidad necesarias para solicitar la autorización de comercialización del producto.

Más información: www.ambionics.co.uk